Plataforma Europea HRSN

Del 14 al 16 del pasado mes de noviembre se celebró en las instalaciones de la Unidad de Acción Rural (UAR) de la Guardia Civil una reunión para el lanzamiento de la Plataforma Europea HRSN (HIGH RISK SECURITY Network), que pretende aglutinar a las diferentes unidades de los países miembros de la Unión Europea implicadas en la lucha contra la nueva amenaza terrorista.

Con ello, se pretende dar cumplimiento a uno de los objetivos generales marcado por la UE, que es el identificar como fortalecer la protección de los espacios públicos contra futuros ataques terroristas.

Iniciativa de rango europeo coliderada por la Royal Netherlands Marechaussee (RNM) de Holanda a través de la nueva unidad antiterrorista High Risk Security Unit (HRSU) y por Guardia Civil de España a través del Grupo de Acción Rápida (GAR). Que han sido los cuerpos policiales encargados de la dinamización y puesta en marcha de esta Plataforma y del diseño de la misma.

Desde la Asociación de Empresas de Detectives Privados (AEDP) consideramos que este tipo de iniciativas son cada vez más necesarias para evitar riesgos de atentados y luchar contra la lacra del terrorismo.

El perfil de un estafador

En el Artículo 248, del Código Penal, comete estafa el que, con ánimo de lucro, utilice engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo ha realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.

También lo comete el que, con ánimo de lucro, y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante, consiga la transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de tercero. Así como los que fabriquen, introduzcan, posean o faciliten programas de ordenador específicamente destinados a la comisión de las estafas.

Se considera delito de estafa cuando la cuantía de lo defraudado excede de los 400 euros. Si el valor de lo estafado es inferior a 400 euros estaremos ante una falta de estafa.

Los estafadores estudian a sus víctimas, y buscan a las que pueden ser más vulnerables, así, las víctimas favoritas de los timadores solían ser los turistas, pero en la actualidad estos casos suelen darse en la gente mayor, principalmente, y en segundo lugar los desempleados o personas que tiene más necesidades económicas. Siendo otra de las razones principales del aumento de estos engaños la actual crisis económica.

Muchos sienten vergüenza por haber sido engañados y no solo no denuncian, sino que no le cuentan a nadie lo sucedido, quedando la conducta del timador impune.

Las cifras reales de la comisión de este tipo de delitos son muy difíciles de averiguar, ya que los timados suelen tener bastante miedo o vergüenza a denunciar.

En relación a las estafas por internet, algunas personas mayores tienen problemas para recordar detalles sobre los ataques, o no disponen de suficientes conocimientos para explicar la naturaleza técnica de los mismos.

Los timos tradicionales conviven con los nuevos, por lo que hay que estar siempre alerta.

Además, es muy importante recordar la importancia de formular la denuncia.

A continuación se ofrece un breve resumen del perfil del estafador:

No suele actuar solo, actúan entre dos y tres personas, compinchadas, y la idea es la de obtener dinero en metálico en el acto.

Suelen ser muy educados, con buena presencia, hablan con seguridad y se ganan pronto la confianza de su víctima.

Es gente profesional que se suele especializar en estafas y timos predeterminados, por lo que realizan su trabajo de una forma mecánica y muy convincente.

En gran cantidad de ocasiones son desconocidos de la víctima, y desaparecen de la zona o municipio después de cometer la estafa.

Desde la Asociación de Empresas de Detectives Privados (AEDP) esperamos que esta información pueda resultar útil para evitar intentos de estafa.

Consejos sobre ciberseguridad

A nadie se le ocurriría dar su nombre, número de tarjeta de crédito o su DNI a la primera persona que pasara por la calle, pero, en Internet, dejamos a un lado la prudencia. Muchos internautas ponen el peligro la privacidad de sus datos al navegar por lugares de la Red de dudosa seguridad.

Comprueba la seguridad de tu conexión a Internet

La andadura por la web comienza en el momento de instalar el router. Para evitar que personas ajenas puedan acceder a una conexión privada, es necesario utilizar un método de cifrado y una clave secreta. Es importante reforzar la seguridad de la red para prevenir posibles ciberataques y proteger los servicios que utilizamos a menudo, como el correo electrónico o el acceso a páginas web.

La desconfianza también puede ayudar a impedir algunos contratiempos. No se deben utilizar las redes wifi públicas desconocidas, ya que pueden ser utilizadas para robar información privada del dispositivo que se conecta a ella. Siempre se debe preguntar al dueño de la red inalámbrica o a los empleados, si se trata de un establecimiento.

Protege tus dispositivos

Existen diferentes vías para proteger las herramientas que contienen datos privados. Una de ellas es establecer contraseñas para dificultar el acceso a la información almacenada. Una serie de números o combinación de caracteres puede dificultar el robo de contenidos en caso de pérdida o robo del dispositivo, aunque en esta situación es más recomendable bloquearlo o borrar todo aquello que tenemos guardado a través de aplicaciones diseñadas para ello.

“El problema no suelen ser los hackers, sino nosotros mismos instalando aplicaciones sin leer las políticas de privacidad”, explica la directora de la Agencia de Protección de Datos, Mar España. Es importante leer la información sobre los programas descargados y mantenerlos actualizados para no exponer los equipos a riesgos innecesarios.

Utiliza contraseñas seguras

Aunque no existe la contraseña perfecta, es recomendable que contenga al menos ocho caracteres, siendo lo ideal una combinación de números, letras mayúsculas y minúsculas, y diferentes símbolos, como puntos o guiones. Se debe evitar usar la misma clave para diferentes cuentas, de forma que se minimicen los daños si alguien consiguiera robarla. Los sistemas que utilizan los piratas informáticos para descifrarlas son cada vez más sofisticados, pero una contraseña larga y compleja dificulta su trabajo.

Vigila la información que publicas

Un concepto muy importante a tener en cuenta es la autorresponsabilidad. Cuando una información se publica en Internet queda expuesta a millones de personas, por lo que es prácticamente imposible retirarla o frenar su circulación. Es importante establecer límites y controlar los contenidos –fotografías, información personal, datos bancarios- que se transmiten por la Red. La mayoría de aplicaciones actuales permiten determinar con quién compartir las publicaciones, ocultar información privada y controlar qué contenidos son públicos.

Sé precavido con las compras por Internet

El comercio electrónico ha permitido la adquisición de productos de cualquier parte del mundo sin ni siquiera salir de casa. Internet ofrece excelentes oportunidades para comprar, aunque hay que ser prudente con los lugares web donde se introducen datos bancarios. El primer paso consiste en conocer la página antes de realizar una compra, comprobar si es fiable y observar si cuenta con el sello de Confianza Online.

Por otra parte, también es aconsejable controlar las operaciones y trámites bancarios, no realizarlos a través de redes wifi públicas y gestionarlas directamente desde la web oficial del banco.

Supervisa la actividad de los menores

En la mayoría de los casos, los más pequeños no son conscientes de los riesgos que puede suponer navegar por Internet, haciéndoles más propensos a sufrir ciberataques. Deben aprender a filtrar la información que reciben o proporcionan a través de redes sociales, blogs o cualquier tipo de plataforma online.

Los filtros de navegación segura del buscador restringen el acceso a los sites que puedan contener contenidos inapropiados, permitiendo la entrada a webs con temas aptos para todos los públicos. También se puede proteger la imagen de los niños bloqueando el acceso a las cámaras de los dispositivos.

El principal problema de los detectives en España

¿Cuál es el principal problema de los detectives en España? «La desunión», sentencia Rafael Guerrero. «Si los periodistas sois el cuarto poder, nosotros somos el ciento y pico. No hemos sabido transmitir lo necesarios que somos, aunque todos los días se ratifican nuestros informes en los juzgados».

Los detectives no pueden perseguir delitos, no pueden invadir la intimidad de nadie, ni su imagen, ni sus comunicaciones. Investigan lo mismo que podría investigar usted pero con garantías legales. «Nuestro problema es el intrusismo», denuncia Enrique Hormigos. «Cualquiera va a la tienda del espía y se cree en condiciones de ser detective o de investigar al vecino».

Hormigos es uno de los mayores expertos de España en el uso de polígrafos. En el 75% de los casos la máquina de la verdad se utiliza para conflictos familiares, infidelidades o asuntos laborales. Su primer caso fue seguir a una chica porque su prometido sospechaba que ejercía la prostitución (no se equivocaba). Hoy Enrique se dedica, sobre todo, a fraudes de aseguradoras. Las compañías ahorran más de 400 millones al año gracias a los detectives. «Antes ganábamos dinero a espuertas. Ahora hay más fraudes pero han cerrado más empresas y las que hay se gastan menos», apunta.

Es la hora de comer y Rafael Guerrero tiene que buscar pistas en la pensión. Antes de que se acabe el café, se levanta dos mesas más allá un tipo en chándal con un casco de acero de soldado en la cabeza y un tebeo bajo el brazo. El detective le sigue con la vista.

– ¿Nunca desconecta?

– Nunca al cien por cien. Pero a ese le he visto yo y le has visto tú también.

– ¿Y alguna vez le han pillado?

– Si un detective te dice que no le han mordido nunca, o miente o es que jamás ha salido a la calle.

Artículo completo: http://bit.ly/2AWX2aQ

Mundo digital: un universo de posibilidades para los detectives privados

Hemos pasado de la máquina de escribir y las cámaras de carrete a un universo de posibilidades prácticamente infinito. Pero oye, aunque suene rudimentario, los detectives privados seguían cumpliendo con su trabajo. Hoy en día es más cómodo, más rápido, más eficaz, más todo. La profesión ha acogido el mundillo de “lo digital” con los brazos abiertos.

Hace veinte años se utilizaba una maquina de escribir para redactar informes junto a una antigua camara de fotos. Tras revelarlas dichas fotografias se adjuntaban al informe.

Las posibilidades actuales son casi infinitas a la hora de obtener las pruebas necesarias: camaras de vigilancia, camaras espias, camaras para vehiculos, grabadoras de voz, localizadores GPS, microfonos… El traslado ha sido totalmente beneficioso para el sector, todo son ventajas.

Los detectives han encontrado en los nuevos gadgets sus mejores amigos, sus mejores compañeros de profesión. Pero por supuesto, las cosas no son tan sencillas. Lo que hoy vale, mañana es poco más que un estorbo.

La tecnología avanza tan rápido que vamos a acabar “colapsando”. Cuando un detective se ha acabado de hacer a un dispositivo, le ofrecen otro. Sí, otro distinto, mejorado, la versión dos mil trescientos punto uno recién actualizada. Y han de adaptarse.

El cambio es continúo, cada vez salen nuevos dispositivos al mercado y cada vez son mejores, existiendo diferentes proveedores que nos muestran material para así tener siempre el material más actual posible.

Detectives anónimos

Una de las características más importantes para un detective es la de pasar desapercibido, y en la AEDP lo sabemos. En este artículo publicado en el Diario Las Provincias de Valencia se plasma la realidad de nuestro día a día.

“Había un despacho de detectives privados puerta con puerta con la oficina en la que trabajaba en Valencia. Cuando un día una compañera me dijo que era a eso a lo que se dedicaban me quedé muerta. Yo hubiese jurado que era una asesoría. Tanto por la oficina como por sus integrantes, que tenían pinta de todo menos de detectives.

Entrar en ese despacho era como viajar de vuelta a los 80. Trabajaban entre cuatro paredes salpicadas de gotelé amarillento, en una sala que pedía a gritos una mano de pintura. Sin aire acondicionado. Solo cabían dos mesas. En la más próxima a la puerta se sentaba el, ahora lo sé, detective. Paco, se llamaba. Debía rondar los sesenta. Tenía pinta de contable afable y aire más bien distraído. Un tiburón con la boca abierta a punto de atacar le amenazaba desde su fondo de pantalla. Frente a él, también me enteré por la misma compañera, su secretaria y esposa.

Lo curioso es que de todas las veces que pasé por delante de su oficina, nunca atisbé a escuchar una charla remotamente interesante. Más bien lo contrario. Retazos de conversaciones tediosas. Llamadas sobre seguros. Papeleo. Burocracia. Es lo único que acerté a oír. Y no me movía el afán cotilla sino que en verano su puerta y la mía, perennemente abiertas, se comunicaban. Pero eso sí. Desde que supe a qué se dedicaban no pude dejar de imaginármelo a él encerrado en un coche haciendo guardias por la capital valenciana. Lo veía allí, agazapado, esperando reunir pruebas de la infidelidad del banquero o de los negocios truculentos del político de turno. Fundiéndose con los transeúntes de la urbe y rezando por que no le descubrieran en sus pesquisas.

Aunque no debía ser complicado para él. Tenía una apariencia tan normal que sería la última persona que piensas que te vigila aunque supieras que alguien lo hace. Nada que recuerde a Sherlock ni a Poirot. Nada que ver tampoco con Dupin ni con Marlowe. Supongo que los mejores profesionales, los héroes reales, son simplemente así. Se llaman Paco o Juan. Y son anónimos”.

Los detectives privados defienden su profesión: «Estamos del lado de los buenos»

El juicio de «La Manada» los ha vuelto a poner en el centro de críticas y del huracán informativo. Para Javier Hidalgo, detective privado con más de veinticuatro años de investigaciones a cuestas, su profesión está «del lado de los buenos», por más que el «desconocimiento entre la sociedad» y las declaraciones «oportunistas» de algunos políticos hayan cuestionado su utilidad y, sobre todo, sus límites.

En su mente está la reciente polémica por el informe -finalmente retirado por el abogado que lo propuso como prueba- sobre la actividad en redes sociales de la joven presuntamente violada por cinco hombres durante las fiestas de San Fermín, cuyo juicio está previsto que concluya esta semana.

«Esto hace daño a la profesión», reconoce Hidalgo a Efe, porque se genera una «desconfianza» en la sociedad, aunque «comprensible» debido a la desinformación sobre la «férrea» legislación a la que se somete al colectivo de detectives privados en España. La situación de estos trabajadores, que han aprendido a convivir bajo el foco, y las últimas polémicas judiciales, llegaron incluso a centrar el debate esta semana del Senado, donde Podemos presentó una moción para impulsar al Gobierno a que ponga coto a la investigación privada.

«No somos un bulto sospechoso o unos personajes incómodos, somos un recurso útil, legal, que ofrece todas las garantías y, en ningún caso, enemigos de las personas a las que investigamos», defiende Hidalgo.

También lamenta que el contenido de estos informes elaborados por detectives hayan visto la luz, porque «debería ser secreto, que se quedase en la privacidad de un proceso», si bien recuerda que «todo lo que no interesa a un detective, va al cajón del olvido y nadie se entera».

Lee el resto del artículo aquí: http://www.abc.es/sociedad/abci-detectives-privados-defienden-profesion-estamos-lado-buenos-201711272122_noticia.html