Kyoko

El documental KYOKO, del director de cine Marcos Cabotá, ha recibido este viernes el Premio del Público en el Festival de Málaga.

KYOKO narra la detención de John Lennon y Yoko Ono en Mallorca el 23 de abril de 1971, un suceso extraordinario. El motivo fue el secuestro de una niña llamada Kyoko.

No es la primera vez que el director mallorquín se gana al público en este festival. Marcos Cabotá recibió la Biznaga de Plata Premio del Público en el Festival de Cine de Málaga.

En su haber cuenta con otros galardones como el Premio Nocturna International Film Festival a Mejor Cortometraje, el Premio Meliés d´Argent a Mejor Cortometraje, el Premio Onda Cero a la Cultura 2016; además de las nominaciones al Premio Goya 2016 por Mejor Largometraje Documental, al Premio Forqué por Mejor Largometraje Documental y al Círculo de Escritores Cinematográficos por Mejor Largometraje Documental.

Marcos contactó con Detectives Cabanach (miembro de la AEDP) como despacho de referencia en Baleares puesto que necesitaban documentarse mejor sobre la figura de detective Aaron y la época.

Se hicieron gestiones y contactos con colegas que incluso trabajaron para el Sr. Aaron y colaboramos aportando e informando del asunto.

Consideramos que nuestra asociación y sus miembros realizan una buena contribución informando y divulgando ciertas circunstancias relativas a nuestro peculiar colectivo. Interesa reflejar la realidad puesto que todos amamos este oficio tan mitificado.

Marcos sin duda no es una promesa sino un joven profesional reconocido y con un prometedor proyecto.

Desde la Asociación de Empresas de Detectives Privados, muchas felicidades y gracias por tu confianza Marcos.

Cómo se ganan la vida los detectives privados modernos

En una pequeña plaza ubicada a metros de 221B Baker Street, la mítica dirección de la residencia del detective Sherlock Holmes, se encuentra una tienda intrigante.

En su vitrina se despliegan una serie de curisosos artefactos de alta tecnología que no se verían mal en un set de filmación.

En la tienda Spymaster encuentras todo lo que un agente encubierto podría querer, desde anteojos de visión nocturna o un bolígrafo que puede escanear documentos, hasta una caja de pañuelos de papel que esconde una cámara de video.

Es la clase de negocio que podría haber hecho las vidas de Sherlock Holmes y el Doctor Watson mucho más fáciles, si no hubiesen estado tan fascinados con la idea de confiar sólo en el ingenio, corriendo por las calles adoquinadas de Londres.

Aunque, es necesario decirlo, probablemente Spymaster no provee de equipos a los agentes del MI5 o MI6, los servicios de inteligencia británicos.

Sus clientes son, en cambio, guardaespaldas que necesitan discretos chalecos antibalas, socios de negocios muy desconfiados, gente que quiere monitorear a sus seres queridos que están en asilos.

Y también detectives privados…

“Ellos comienzan con algún dispositivo de rastreo y cuando el tiempo pasa y ven que funciona, van incorporando otras cosas”, dice Julia Wing, la encargada de la tienda.

De alguna manera, la rutina moderna de los detectives privados es más sencilla que la vida en los tiempos de Arthur Conan Doyle.

Por sólo unos cientos de dólares se puede adquirir un equipo de GPS para plantar en un auto.

Eso permite rastrear a alguien automáticamente cuando sale del perímetro y ahorra mucho tiempo de estar sentado haciendo guardia bajo la lluvia frente a la casa o el auto del objetivo.

“Seguir a una persona consume mucho tiempo. Esto hace el trabajo por uno”, indica Wing.

Elemental

La Gaceta de la Sociedad de Abogados estima que hay unos 10.000 investigadores privados en el Reino Unido. James Harrison-Griffiths es uno de ellos.

Su compañía, llamada Aitch-Gee Investigations, ofrece una gama de servicios como rastear a gente desaparecida, investigar bienes y averiguar sobre accidentes o heridas personales.

Su especialidad es, sin embargo, algo más macabro: “La mayor parte de mi trabajo es investigar muertes sospechosas”.

“A veces la policía concluye que se trató de un suicidio, pero la familia de la víctimas no está convencida. Ellos llegan a mí a través de un abogado y yo hago mis propias averiguaciones”, dice el detective.

Esto implica muchas veces buscar pistas que fueron ignoradas en la investigación inicial, como en el caso reciente de un joven que se perdió tras salir de una discoteca y al encontrar su cuerpo en un canal la policía determinó que se había quitado la vida.

Tras revisar la evidencia fotográfica, Harrison-Griffiths llegó a la conclusión de que los agentes del orden no habían visto determinadas heridas sospechosas.

“Expusimos ante la policía las nuevas evidencias y ellos reabrieron el caso”, señala el detective.

El trabajo de Harrison-Griffiths implica obtener información muy sensible y su pasado de 30 años como inspector a cargo del equipo de homicidios de la policía británica lo ayuda a mantenerse del lado correcto de la ley.

“Para los investigadores privados, el conocimiento de la ley es fundamental, uno no puede simplemente meterse a hurgar en la información bancaria o los registros telefónicos de alguien”, dice.

Después de todo, no tiene sentido construir un caso a partir de evidencias que luego serán inadmisibles en un tribunal.

Aitch-Gee Investigations es uno equipo reducido de dos empleados, Harrison-Griffiths y su esposa Maureen, quien trabaja como su secretaria. Aunque, igual que Sherlock, él recurre ocasionalmente a analistas externos.

“Cuando se trata de temas que tienen una implicación legal, sea una muerte o una investigación financiera, uno no lo puede hacer solo. Para eso existen los contactos de expertos que pueden ayudarnos”.

Pero la habilidad fundamental, tal como lo reconocerían Harrison-Griffiths y Sherlock Holmes, es algo que no puede ser cubierto con la nueva tecnología.

Una de las cosas más importantes es escuchar. Dejar que la persona que habla con nosotros nos suministre las pistas. Hacerles preguntas difíciles y esperar las respuestas”, manifesta el dectective y agrega:

“No hay que temer al silencio, tu entrevistado puede estar intentando encontrar una salida a una situación complicada. No hay que facilitarles la situación ofreciéndoles una salida”.

Recompensas

Los investigadores privados suelen cobrar alrededor de US$300 por hora, pero algunos piden más del doble en función de las exigencias del trabajo en particular.

La responsable de Spymaster, Julia Wing, señala que en estos días, con tanta tecnología disponible, casi cualquier persona puede convertirse en un detective privado con una inversión de algo más de US$2.000 en el “kit básico”.

Paul Hawkes, un veterano de la industria que fundó la compañía Research Associates en 1977, está de acuerdo en que la nueva tecnología está cambiando el negocio de detección privada.

Recuerda que tuvo un momento complicado a principios de su carrera, cuando un agente del Mossad convertido en distribuidor de armas quería discutir con él algunos casos de amenazas de muerte sin resolver.

“Es un gran rompecabezas”, dice.

“Nadie puede trabajar en la industria sin una buena comprensión de lo que hay en internet”, explica.

Hawkes señala que las leyes de privacidad han estrechado los datos con acceso permitido, sin embargo hay “depósitos” de información privada disponible libre y legalmente en internet que compensan el vacío.

De todas formas el investigador señala que la habilidad del detective para utilizar los datos, desarrollar una hipótesis y luego probarla rigurosamente es lo principal.

Hawkes recordó un caso reciente de un asesinato en Grecia en el que pudo involucrar a miembros de pandillas Londres.

Él utilizó publicaciones de redes sociales para identificar quién estaba presente, cuándo y dónde.

“Fue relativamente fácil debido a la red, por saber cómo funciona todo. Pero los padres (de la víctima) pensaban que yo era un mago”, apuntó Hawkes.

Los trabajos más grandes se los quedan las empresas de investigación establecidas como Kroll, que han construido su negocio en torno a la realización de investigaciones en profundidad para las corporaciones, los bancos y los gobiernos.

Aunque Kroll está en una escala diferente, su trabajo sigue siendo, esencialmente, desenterrar la información que alguien está tratando de mantener oculta.

“La atención se centra normalmente en el rastreo de fondos y en proporcionar evidencia para respaldar la recuperación de dinero o bienes”, dice Tommy Helsby, presidente del grupo de investigaciones y disputas de Kroll.

“Es en gran medida lo que hace Sherlock Holmes. Los métodos son diferentes, pero el desafío intelectual es el mismo”, concluye.

Fuente: BBC

Catalá promete nuevas reformas del Gobierno para frenar la ciberdelincuencia

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha mostrado el compromiso del Gobierno de iniciar nuevas reformas legislativas para luchar contra la ciberdelincuencia.

Catalá ha sido el encargado de clausurar el World Summit Detectives WSD 2018. La cumbre mundial sobre la investigación privada y seguridad ha reunido en los últimos días a detectives privados, directores de seguridad y los profesionales de compliance de diversos países, así como a importantes mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Durante su intervención, Catalá ha destacado que ha querido estar presente en el evento para mostrar la importancia que su Ministerio da a los aspectos tratados en las ponencias del WSD 2018 como el blanqueo de capitales, la recuperación de activos o el compliance.

El mundo está cambiando y nada escapa a los avances de la tecnología que están en nuestra vida. Es importante ser capaces de regular el ciberespacio” señalaba el ministro de Justicia mientras recordaba el incremento de los ciberataques en nuestro país. “Las empresas deben destinar recursos y este asunto está en la agenda del Gobierno” añadía.

“Las tecnologías no son parte del problema, son la solución. España cuenta con especialistas y la clave está en los instrumentos para hacer frente a la ciberdelincuencia. Reforzar esa normativa en materia procesal y penal ha sido uno de los objetivos de nuestro Gobierno” señalaba Catalá.

Posteriormente, el ministro aludía a los agentes encubiertos en la red que luchan contra la ciberdelincuencia y mostraba el “máximo compromiso para la digitalización de la Justicia, compromiso con el servicio de prevención de blanqueo de capitales. “Reformas es lo que España necesita y lo que ha hecho para cambiar la crisis económica, financiera. Nuestro compromiso es seguir trabajando por las reformas” destacaba. 

Finalmente, Catalá se dirigía a los organizadores de World Summit Detectives 2018 para manifestar que las conclusiones del Congreso “van a ser muy atendidas y reflexionadas”. “Promoveremos las reformas que sean necesarias para avanzar en nuestro Estado de Derecho” concluía.

La Asociación de Empresas de Detectives Privados (AEDP) ha estado representada en este congreso por el Presidente y el Vicepresidente de nuestra Asociación.

Los drones ganan margen de acción (y lastre burocrático)

Pasó algo desapercibido por aprobarse en plena resaca electoral catalana (se publicó en el BOE del 29 de diciembre), pero ya hay un nuevo reglamento sobre drones. El sector llevaba reclamando desde 2014 cambios en la normativa, muy restrictiva con los vuelos de los RPA (aviones controlados de forma remota, en sus siglas inglesas) en lugares con presencia humana.

El nuevo decreto abre algo el margen de maniobra de estos aparatos, que ya cuentan con más de 2.700 operadores certificados en España, aunque todavía estamos lejos de que los drones colonicen las ciudades y se conviertan en un elemento más del atrezo urbano habitual. Moncloa quiere curarse en salud en materia de seguridad, por lo que cada operación que se desarrolle cerca de gente será observada con lupa por la Administración.

  • Zonas habitadas

En primer lugar, la normativa permite sobrevolar zonas pobladas, algo terminantemente prohibido con la anterior legislación. Aunque hacerlo no será fácil: el dron debe pesar menos de 10 kg, debe estar en todo momento dentro del alcance visual del piloto y no sobrepasar los 120 metros de altura ni los 100 en horizontal respecto a este.

Hasta aquí todo bien. El problema es que para realizar el vuelo hace falta contar con una autorización de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), que se entregará “en un plazo no superior a seis meses” tras evaluar el estudio de seguridad entregado por la operadora. “Quizá alguien se pueda permitir esos plazos con mucha planificación, pero para el resto no es viable”, apunta Salvador Bellver, presidente de la Asociación Española de Drones y Afines (Aedron) y socio de Adrone, empresa especializada en servicios de fotografía, salvamento y fotogrametría. “No es viable que antes de plantearte un negocio tengas que esperar tanto tiempo”, coincide Manuel Oñate, presidente de la patronal Aerpas y director general de EuroUSC España, una consultora británica especializada en drones.

En cuanto al mencionado estudio de seguridad, se trata de un documento en el que se analizan los posibles riesgos que puede conllevar el vuelo y se prevén las medidas para mitigarlos. Por ejemplo, qué hacer si se estropea el sistema de GPS. Estos estudios constan de entre 10 y 20 páginas, aunque, por supuesto, su extensión se dispara en el caso de que se quiera volar encima de un estadio que si lo que se propone es revisar una chimenea industrial.

Los drones ganan margen de acción (y lastre burocrático)

“Entiendo que la AESA no tiene capacidad ahora mismo para gestionar el aluvión de peticiones que recibirá. Imagino que parte de los trámites recaerá sobre otras administraciones, como la local, y tampoco sabemos si está lista para ello ni si eso comportará una nueva tasa”, expone Bellver. La mayor carga burocrática que implicará cada vuelo puede enfangar muchas operaciones. Con todo, sigue siendo mejor que la situación anterior, en la que estaba terminantemente prohibido sobrevolar las ciudades.

  • Vuelos nocturnos y especiales

La nueva normativa abre la puerta también a los vuelos nocturnos, que deberán contar con la respectiva autorización de la AESA. “Deberemos esperar a ver si es fácil o no que den los permisos y si se eternizan o no”, comenta al respecto Oñate.

Poder volar en las llamadas zonas de espacio aéreo controlado (EAC) es otra de las reivindicaciones de los operadores de drones. Y ha sido parcialmente resuelta: si antes no se podía operar a menos de 15 km de esas zonas, la distancia se reduce ahora a 8 km. Las zonas EAC comprenden los alrededores de aeropuertos, pero también de instalaciones militares e infraestructuras estratégicas, como por ejemplo algunas plantas energéticas. Ocurre que, en ocasiones, la situación de dichos puntos hace inviable, por ejemplo, operar en un parque natural que quede comprendido bajo esa zona especial. Muchas de las islas canarias y baleares son territorio totalmente vetado debido a la amplitud de esas zonas.

  • Distancia aumentada

Los vuelos dentro del alcance visual aumentado (EVLOS) están ahora permitidos. El aparato, pues, podrá estar a 500 metros del piloto, siempre que existan observadores intermediarios coordinados entre sí que en todo momento tengan visión directa con el dron. “Esta medida es interesante, porque te permite alejarte más y por tanto ampliar el rango de acción”, valora Oñate.

  • En resumen…

Las asociaciones empresariales consultadas ven con buenos ojos la nueva normativa. “Es un paso adelante, estamos esperanzados. Se abren bastante las posibilidades para poder actuar”, afirma Bellver, quien vuelve a destacar que la agilidad burocrática marcará el ritmo. “Lo más importante es que se crea seguridad jurídica. Las empresas más grandes no han invertido hasta ahora en el sector porque no sabían cómo iba a ser el escenario. La estabilidad regulatoria permitirá además la entrada de nuevos clientes, como por ejemplo la Administración pública”, señala Oñate.

La app Strava desvela bases militares y otras zonas sensibles en España

Hace unos días se destapó el fallo de seguridad más clamoroso de los últimos tiempos. A través de la App Strava se podían desvelar lugares estratégicos en todo el mundo, todo por el simple hecho de cruzar información entre mapas y usuarios.

Strava es una plataforma social de atletismo y deporte que permite tener un historial y compartir tus entrenamientos. Desde su fundación hace casi una década ha permitido a ciudadanos de todo el mundo, desde “corredores de domingo” a atletas olímpicos tener mejores datos de su evolución. Solo necesitas un smartphone, una pulsera inteligente o un reloj inteligente compatible, y a correr. O andar, o montar en bici. Desde un punto de vista de pájaro, sirve para identificar las zonas más populares para correr o montar en bicicleta.

Precisamente su principal ventaja es también un agujero de seguridad. Muchos de los usuarios de Strava envían consistentemente su localización a sus servidores. Unos datos que son luego expuestos de forma pública pero anónima. En principio nadie puede saber que eres tú el que está corriendo dando vueltas alrededor del parque que rodea tu casa. El problema reside cuando las localizaciones deberían permanecer secretas, o cuando la actividad de los residentes de áreas concretas queda expuesta porque nadie más podría estar haciendo deporte en esa zona.

De esta forma, zonas militares, enclaves de inteligencia o puestos avanzados en zonas de guerra quedan revelados por soldados entrenando con la pulsera activada, oficinistas entrando y saliendo de edificios que no albergan personal oficialmente y miembros de agencias gubernamentales revelando las rutas más concurridas en zonas de acceso restringido.

Tobias Schneider, un analista especializado en Oriente Medio, ha publicado las rutas de entrenamiento de varios enclaves militares de Estados Unidos en Irak o Afghanistán, del ejército francés en Níger. Incluso cuarteles oficialmente no reconocidos por fuerzas internacionales en Siria, tanto rusas como estadounidenses.

Mirando a España, un análisis superficial de los lugares más vigilados no encuentra nada especialmente relevante. Nadie entrando y saliendo constantemente de las oficinas del CNI en Madrid. Sí aparecen diferentes rutas obvias alrededor del Palacio de la Moncloa o del Palacio de la Zarzuela, pero ninguna respectivamente identificable a ninguna persona, al consistir en trazos múltiples más que probablemente realizados por miembros del servicio y funcionarios en su día a día.

 

El fraude al seguro de coches se ha triplicado desde el inicio de la crisis

Los casos de fraude de conductores al seguro del automóvil se han multiplicado por 3,5 desde el inicio de la crisis económica, lo que supone un coste para el sector asegurador de 1.186 millones de euros anuales, casi un 20% más que hace dos años. Así se desprende del III Barómetro del Fraude en el Sector de Autos.

Un 6,3% de los siniestros declarados al seguro son intentos de estafa, lo que supone 3,5 veces más que en 2009. Francisco Valencia, portavoz de una compañía aseguradora apunta que, “seguramente, la crisis tiene algo que ver” en este repunte.

El 71% del fraude se da en el seguro del coche y el propio asegurado es el que intenta defraudar en siete de cada 10 casos. La gran mayoría aluden a daños materiales (95,5%) frente a los daños corporales (4,5%), aunque los primeros tienen un coste medio de 550 euros y los segundos ascienden a 17.400 euros de promedio.

Los daños ajenos al siniestro son la tipología más habitual en los fraudes materiales (77%), seguidos de los montajes preparados con antelación en los que intervienen varias personas (12%), los presupuestos inflados (7%), las averías (1,5%) y los falsos hurtos (1%). Las simulaciones o agravaciones de lesiones se ven en la gran mayoría de los fraudes (98%), principalmente los esquinces cervicales, frente a las enfermedades o lesiones anteriores al siniestro (2%).

Respecto a la época del año, los meses relacionados con las vacaciones (mayo, junio, julio y enero) registran mayores intentos de fraude y el lunes destaca como día de la semana. Cuenca, Murcia y Jaén sobresalen como provincias con más intentos de estafa, y Soria, Salamanca y Burgos, con menos.

El perfil del conductor defraudador es el de un hombre menor de 26 años, con empleo precario o en paro, que justifica su acción por razones de desempleo, intenta incluir más daños de los que realmente tiene en el coche y simula en mayor medida accidentes con contrarios, si bien ha aumentado el de conductores de 30 a 40 años, con estudios superiores y con empleo por cuenta ajena.

La importancia del análisis de datos en la investigación privada

La importencia de las nuevas tecnologías cada día es más relevante en nuestro sector. Prueba de ello es el magnífico reportaje que hoy, desde la Asociación de Empresas de Detectives Privados, compartimos con vosotros.

El filósofo del crimen persigue redes globales de malhechores. Sus investigaciones combinan teorías filosóficas con técnicas de inteligencia artificial y el uso del big data para desenmascarar tramas de corrupción, tráfico de drogas y procesos de infiltración criminal en los aparatos del poder estatal. Así, el colombiano Eduardo Salcedo ha adoptado el apodo Sherlock Holmes del siglo XXI. Su objetivo: «Atraer la atención sobre un trabajo tan incomprendido como necesario».

El día que intentamos contactar con él está en Irak, donde colabora con el proceso de justicia transicional tras la guerra. Cuando por fin podemos hablar por Skype contesta desde Guatemala: allí trabaja con la Fiscalía en un caso de corrupción del que no puede hablar por una cláusula de confidencialidad. Durante el último año ha viajado además por EEUU, Colombia, Brasil, Argentina y México: «En realidad, desde hace tres años vivo en Tampa (Florida), gracias a una beca que gané para personas con habilidades extraordinarias o algo así, un nombre súper chistoso».

Sus investigaciones le han llevado a los lugares más recónditos del mundo, emulando las intrépidas aventuras del reportero Tintín: en Bulgaria investigó la explotación de personas en la frontera de Europa del Este; en Sudáfrica, el tráfico de cuernos de rinoceronte; en la República Democrática del Congo, el contrabando de coltán y en Colombia, el de oro; en Perú la corrupción durante el gobierno de Fujimori… Estos trabajos están recogidos en series como The Traffickers, de la productora Fusion, y en libros como Narcotráfico, corrupción y estados (Debate, 2012) y Macro-criminalidad (iUniverse, 2016).

Salcedo nació en Bogotá en 1981, donde estudió Filosofía con una maestría en Ciencia Política en la Universidad de los Andes. En 2003 decidió investigar sobre las tendencias del crimen en Colombia y en 2010 creó la fundación Vortex con el también colombiano Luis Jorge Garay, doctor en Economía por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). «Comenzamos a interesarnos por el enfoque internacional», recuerda. «Nos dimos cuenta de que la justicia tradicional está obsoleta: no está preparada para investigar los nuevos casos de corrupción y de crimen transnacional».

Pone un ejemplo: el caso Lava Jato, uno de los escándalos de corrupción más graves en la historia de Brasil, que se hizo público en 2014. Una compleja red robó más de 2.600 millones de euros con operaciones de lavado de dinero. «El cerebro humano tiene barreras», se arranca. Cita al antropólogo Robin Dunbar, que fijó en 150 individuos el límite de la estructura social que un ser humano puede abarcar. «Imagínate la labor utópica de un fiscal y un juez en casos como éste, donde hay involucrados 800 actores entre empresas y personas».

Su equipo ha desarrollado algoritmos capaces de hacer barridos en bases de datos inmensas (el ya célebre big data) para comprender el funcionamiento de redes criminales y el papel que jugó cada cómplice. A partir de ahí, trabajan con herramientas de visualización para simplificar los resultados. Sus gráficos sobre el caso Lava Jato en Brasil (las conclusiones están a punto de salir a la luz) o sobre la Familia Michoacana, una organización dedicada al narcotráfico en México, no sólo impresionan, sino que arrojan luz sobre el inmenso trabajo de investigación que hay detrás. Además de la fundación Vortex, Salcedo ha colaborado con la fiscalía y los jueces de distintos países, ha asesorado a gobiernos y ha trabajado con Transparencia Internacional, el Centro Internacional de Justicia Transicional y Humanitas, entre otros.

Puedes leer la entrevista completa en este enlace:

http://bit.ly/2mbGFNA

El principal problema de los detectives en España

¿Cuál es el principal problema de los detectives en España? «La desunión», sentencia Rafael Guerrero. «Si los periodistas sois el cuarto poder, nosotros somos el ciento y pico. No hemos sabido transmitir lo necesarios que somos, aunque todos los días se ratifican nuestros informes en los juzgados».

Los detectives no pueden perseguir delitos, no pueden invadir la intimidad de nadie, ni su imagen, ni sus comunicaciones. Investigan lo mismo que podría investigar usted pero con garantías legales. «Nuestro problema es el intrusismo», denuncia Enrique Hormigos. «Cualquiera va a la tienda del espía y se cree en condiciones de ser detective o de investigar al vecino».

Hormigos es uno de los mayores expertos de España en el uso de polígrafos. En el 75% de los casos la máquina de la verdad se utiliza para conflictos familiares, infidelidades o asuntos laborales. Su primer caso fue seguir a una chica porque su prometido sospechaba que ejercía la prostitución (no se equivocaba). Hoy Enrique se dedica, sobre todo, a fraudes de aseguradoras. Las compañías ahorran más de 400 millones al año gracias a los detectives. «Antes ganábamos dinero a espuertas. Ahora hay más fraudes pero han cerrado más empresas y las que hay se gastan menos», apunta.

Es la hora de comer y Rafael Guerrero tiene que buscar pistas en la pensión. Antes de que se acabe el café, se levanta dos mesas más allá un tipo en chándal con un casco de acero de soldado en la cabeza y un tebeo bajo el brazo. El detective le sigue con la vista.

– ¿Nunca desconecta?

– Nunca al cien por cien. Pero a ese le he visto yo y le has visto tú también.

– ¿Y alguna vez le han pillado?

– Si un detective te dice que no le han mordido nunca, o miente o es que jamás ha salido a la calle.

Artículo completo: http://bit.ly/2AWX2aQ

Detectives anónimos

Una de las características más importantes para un detective es la de pasar desapercibido, y en la AEDP lo sabemos. En este artículo publicado en el Diario Las Provincias de Valencia se plasma la realidad de nuestro día a día.

“Había un despacho de detectives privados puerta con puerta con la oficina en la que trabajaba en Valencia. Cuando un día una compañera me dijo que era a eso a lo que se dedicaban me quedé muerta. Yo hubiese jurado que era una asesoría. Tanto por la oficina como por sus integrantes, que tenían pinta de todo menos de detectives.

Entrar en ese despacho era como viajar de vuelta a los 80. Trabajaban entre cuatro paredes salpicadas de gotelé amarillento, en una sala que pedía a gritos una mano de pintura. Sin aire acondicionado. Solo cabían dos mesas. En la más próxima a la puerta se sentaba el, ahora lo sé, detective. Paco, se llamaba. Debía rondar los sesenta. Tenía pinta de contable afable y aire más bien distraído. Un tiburón con la boca abierta a punto de atacar le amenazaba desde su fondo de pantalla. Frente a él, también me enteré por la misma compañera, su secretaria y esposa.

Lo curioso es que de todas las veces que pasé por delante de su oficina, nunca atisbé a escuchar una charla remotamente interesante. Más bien lo contrario. Retazos de conversaciones tediosas. Llamadas sobre seguros. Papeleo. Burocracia. Es lo único que acerté a oír. Y no me movía el afán cotilla sino que en verano su puerta y la mía, perennemente abiertas, se comunicaban. Pero eso sí. Desde que supe a qué se dedicaban no pude dejar de imaginármelo a él encerrado en un coche haciendo guardias por la capital valenciana. Lo veía allí, agazapado, esperando reunir pruebas de la infidelidad del banquero o de los negocios truculentos del político de turno. Fundiéndose con los transeúntes de la urbe y rezando por que no le descubrieran en sus pesquisas.

Aunque no debía ser complicado para él. Tenía una apariencia tan normal que sería la última persona que piensas que te vigila aunque supieras que alguien lo hace. Nada que recuerde a Sherlock ni a Poirot. Nada que ver tampoco con Dupin ni con Marlowe. Supongo que los mejores profesionales, los héroes reales, son simplemente así. Se llaman Paco o Juan. Y son anónimos”.

Los detectives privados defienden su profesión: «Estamos del lado de los buenos»

El juicio de «La Manada» los ha vuelto a poner en el centro de críticas y del huracán informativo. Para Javier Hidalgo, detective privado con más de veinticuatro años de investigaciones a cuestas, su profesión está «del lado de los buenos», por más que el «desconocimiento entre la sociedad» y las declaraciones «oportunistas» de algunos políticos hayan cuestionado su utilidad y, sobre todo, sus límites.

En su mente está la reciente polémica por el informe -finalmente retirado por el abogado que lo propuso como prueba- sobre la actividad en redes sociales de la joven presuntamente violada por cinco hombres durante las fiestas de San Fermín, cuyo juicio está previsto que concluya esta semana.

«Esto hace daño a la profesión», reconoce Hidalgo a Efe, porque se genera una «desconfianza» en la sociedad, aunque «comprensible» debido a la desinformación sobre la «férrea» legislación a la que se somete al colectivo de detectives privados en España. La situación de estos trabajadores, que han aprendido a convivir bajo el foco, y las últimas polémicas judiciales, llegaron incluso a centrar el debate esta semana del Senado, donde Podemos presentó una moción para impulsar al Gobierno a que ponga coto a la investigación privada.

«No somos un bulto sospechoso o unos personajes incómodos, somos un recurso útil, legal, que ofrece todas las garantías y, en ningún caso, enemigos de las personas a las que investigamos», defiende Hidalgo.

También lamenta que el contenido de estos informes elaborados por detectives hayan visto la luz, porque «debería ser secreto, que se quedase en la privacidad de un proceso», si bien recuerda que «todo lo que no interesa a un detective, va al cajón del olvido y nadie se entera».

Lee el resto del artículo aquí: http://www.abc.es/sociedad/abci-detectives-privados-defienden-profesion-estamos-lado-buenos-201711272122_noticia.html